Para poder analizar este libro como merece, me gustaría poner al lector en contexto sobre el género del que trata: la distopía.
Desde el principio de los tiempos, el ser humano siempre ha sido muy dado a construir distopías. Desde las consultas a oráculos donde planteaban preguntas sobre el futuro de contiendas entre pueblos, pasando por los fuegos infernales del Apocalipsis según San Juan o, mucho más reciente, el fin del mundo Maya.
El siglo XX no se escapó de construir futuros apocalípticos. Marcados por las guerras mundiales y, sobretodo la Guerra Fría que fue un abono perfecto para hacer nacer novelas basadas en cataclismos nuclerares, se escribieron en este período grandes narraciones basadas en futuros distópicos como por ejemplo 1.984 que, quizá, sea la más conocida.
Amén de otras grandes compañeras de género como Farenheit 451 o Un Mundo Feliz, este tipo de literatura fue evolucionando durante el s.XX en paralelo a la sociedad y a sus conflictos. Si durante la primera mitad de siglo podemos encontrar relatos sobre una sociedad alienada por régimenes totalitarios basados en el fascismo sufrido por Europa, desde los años 50/60 en adelante, el miedo a una guerra entre USA y la URSS inundó las librerías con historias sobre una posible devastación nuclear en la Tierra.
Si nos remitimos a la época actual, los zombies son los reyes del apocalipsis. Tanto en televisión, cómics, cine o literatura, los muertos vivientes son el recurso más utilizado para describir un planeta desolado y unos supervivientes aterrados.
Después de esta introducción (o rollo), vayamos por faena.
Sinopsis
2019. La humanidad es testigo del mayor descubrimiento científico hasta la fecha: la cura para el envejecimiento encontrada de manera fortuíta. Tras un intenso debate político y moral, el gobierno decide poner la Cura al alcance de todo el mundo. En la narración seguimos la historia del post mortal (persona que se ha aplicado la cura) John Farrell. La ansiada inmortalidad, sin embargo, también tiene sus pegas: el fin del matrimonio, programas gubernamentales de eutanasia, fanáticos pro-muerte, un nuevo e inquietante culto religioso y otras calamidades serán sólo el principio del fin.
Crítica
Lo primero que me gustaría remarcar es que este libro no está estructurado de una manera convencional. Quizá por la condición de blogger y periodista del autor, cada capítulo tiene formato de bitácora con la correspondiente fecha y hora al final de cada entrada.
Otro dato curioso sobre la narración es el numeroso material periodístico
, tanto recortes de periódico como entrevistas, que el autor aporta para poder dibujar mejor el mundo en el que vive el protagonista.
Para lo que unos es una muestra de modernidad y de narrativa adaptada a tiempos modernos, para mi es un hándicap. El hecho de tener que ir leyendo el libro como su fuera un blog y las numerosas entrevistas, hace que se pierda el hilo de la historia de nuestro protagonista. Este es, en mi opinión, su gran punto débil. El hecho de ir de un hilo argumental a otro tan seguidamente acaba mareando y ya no sabes de que iba la trama principal.
El futuro está muy bien estructurado y, tanto las consecuencias de la cura contra la vejez (hambre, conflictos religiosos, guerras…) como los avances tecnológicos que nos muestra, son muy verosímiles. Se nota que el autor se ha estudiado todas y cada una de las posibilidades muy concienzudamente y las ha entretejido de una manera magistral. Este es el aspecto más terrorífico del libro: todo esta tan bien desarrollado y es tan posible que resulta muy inquietante. Mientras vas leyendo el libro, te pones en la piel del protagonista y te preguntas cual sería tu reacción en los diferentes escenarios con los que se encuentra.
En mi opinión, estas son las principales virtudes del libro y aunque parezcan aspectos menores, no hay que menospreciarlas porque hay muy pocos autores capaces de sumergirte tan bien en un futuro tan probable.
La conclusión que saco es que el contenido y el fondo son geniales pero la forma de expresarlo es errónea. Lo que más me llamó la atención del libro fue la premisa a partir de la que se desarrollaba porque era una idea muy original. La literatura apocalíptica esta muy trillada y los temas que tratan están muy manidos. Éste, aportaba frescura.
Realmente, cuando leí la sinopsis en la librería me dejó atónito. Si os paráis a pensar, es una idea muy original: la cura contra la vejez. Que haríais o dejarías de hacer? Cual sería el impacto en vuestras vidas? Es algo que te da que pensar una vez has acabado de leer el libro.
Es una lástima porque podría haber sido la primera gran novela distópica del siglo y se ha quedado a medio camino. No quiero dar la impresión de decepción porque, realmente, me ha gustado y lo recomendaría sin dudarlo. Simplemente, creo podría haber dado mucho más de sí.